La construcción del nuevo puerto de Gijón en el lugar conocido como El Musel propició, que entre finales del siglo XIX y principios del XX, surgiesen en Gijón nuevas oportunidades de negocios relacionados con el transporte y la minería aprovechando las circunstancias que ofrecería el nuevo puerto.

Es en ese contexto en el que, por una Ley de 31 de enero de 1900, el gijonés D. Luis Belaúnde y Costa obtuvo licencia para la construcción y explotación de un ferrocarril de vía ancha y estrecha desde la estación de Veriña, perteneciente a la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, hasta el puerto de El Musel. Posteriormente, por otra RO, de 20 de septiembre de 1900, le fue otorgada la concesión de dos cargaderos sobre el muelle de Ribera, en el puerto de el Musel.

Este mismo prócer gijonés participó en la constitución, el 5 de abril de 1900, de la Sociedad Crédito Industrial Gijonés, con el fin social de explotar varias minas de mineral de hierro, así como cualquier otro establecimiento industrial que considerasen oportuno sus gestores. Entre los fundadores de esta sociedad figuraban, entre otros, Luis Adaro, Juan Manuel Urquijo, Casimiro Velasco Felipe Valdés y Zoilo Alvargonzález, además del ya mencionado Luis Belaúnde.

Para dar desarrollo a su fin social, el Crédito Industrial Gijonés fundó, en septiembre de 1900, la S. A. Minas de Hierro y Ferrocarril de Carreño, sociedad que, a su vez, obtendría el 13 de febrero de 1902 la concesión de un ferrocarril particular y de uso público entre Aboño y Candás, con ramales a las minas de hierro de Coyanca, Piedeloro y Regueral, y con un ancho de vía de 1.000 mm.

La Cia se creó con un capital de 4.500.000 pts repartido en 9.000 acciones al portador con un valor nominal de 500 pts.

Siguiendo sus planes de negocio, el Crédito Industrial Gijonés constituyó, el 12 de noviembre de 1903, una nueva sociedad denominada Sindicato de Veriña-Aboño-Musel, con el objeto de construir y explotar tanto las líneas de ferrocarril como los cargaderos que le habían sido concedidos a D. Luis Belaúnde por la antedicha ley de 31 de enero de 1900. Dichas concesiones fueron transferidas al Sindicato de Veriña-Aboño-Musel por una RO de 23 de marzo de 1904. Posteriormente, una nueva RO., de 1 de febrero de 1908, trasfirió tales concesiones al Sindicato Asturiano del Puerto del Musel, compañía también filial del Crédito Industrial Gijonés y, que se había creado en 1900 a instancias del empresariado gijonés y asturiano para llevar a cabo la construcción del nuevo puerto gijonés en El Musel.

El 11 de junio de 1917, la S. A. Minas de Hierro y Ferrocarril de Carreño traspasó sus acciones a la Sociedad Urquijo y Compañía, debido principalmente a las elevadas deudas que tenía contraídas con tal sociedad, la cuál, a su vez, creó la compañía Ferrocarril de Carreño que sería, en lo sucesivo, la encargada de explotar el ferrocarril.

El Consejo de Administración de la nueva compañía quedó así formado:

• Estanislao de Urquijo y Ussía, Marqués de Urquijo, presidente
• Alberto Paquet y García Rendueles, Director Gerente
• Luis de Urquijo y Ussía, marqués de Amurrio
• Juan Manuel de Urquijo y Ussía
• Víctor Felgueroso González
• Constante Felgueroso González
• Secundino Felgueroso González
• Valentín Ruiz Senén
• José de Vivar y Soto

Asimismo, fue designado como Ingeniero-Director de la compañía el gijonés José Luis Alvargonzález Caso.

Este mismo año la nueva cia. emitió un total de 6.000 acciones al portador con un valor nominal de 500 pts que totalizaban un total de 3.000.000 de pts.

Finalmente, en el año 1920 se emitieron nuevas acciones (12.000) con un valor nominal de 500 pts con lo que el capital de la cia. se fijó en 6.000.000 de pts.

Como consecuencia del levantamiento militar del 18 de julio del 1936, el 9 de septiembre de 1936 el Departamento de Obras Públicas del Comité del Frente Popular de Asturias emitió un decreto mediante el cuál se creaba una Sección de Ferrocarriles, y, dentro de la misma, un Consejo de Dirección de los Ferrocarriles Reunidos con autoridad sobre el Ferrocarril de Langreo, los Ferrocarriles Económicos de Asturias, la Sociedad General de Ferrocarriles Vasco-Asturiana y el Ferrocarril de Carreño.

Con la entrada de las tropas de los militares sublevados en Gijón, el 1 de noviembre de 1937 la Compañía del Ferrocarril de Carreño volvió al control de sus propietarios originales.

El Ferrocarril de Carreño se integró en FEVE el 10 de enero de 1974, fecha a partir de esta fecha la empresa estatal asumió el control y explotación de este ferrocarril, que pasó a integrarse dentro de la línea 11 de FEVE, Ferrol a Gijón.