La Compañía del Ferrocarril de Langreo en Asturias se constituyó en 1846, para la explotación de un ferrocarril desde Sama de Langreo por Siero a Gijón y Villaviciosa, con ramales a Oviedo, Mieres y Avilés. En realidad, de todo el proyecto original, sólo se construyó el de Gijón a Sama, y posteriormente a Laviana, quedando los demás ramales en el olvido.

La inauguración oficial tuvo lugar el 25 de agosto de 1852 entre Gijón y Pinzales, aunque fué un acto propagandístico destinado a infundir confianza entre sus accionistas, pudiendo considerarse que el ferrocarril no empezó a prestar servicio efectivo hasta 1853 entre Gijón y Carbayín. Posteriormente la línea legaría en 1854 a La Felguera, en 1856 a Sama, en 1875 a El Entrego y en 1885 a Laviana. Las líneas y ramales que llegó a explotar esta compañía fueron las de Gijón a Sama, Sama a Laviana, Sama a Samuño, Sotiello a El Musel y Sotrondio a Santa Bárbara.

Característica destacada de este ferrocarril era su ancho de vía de 1.435 mm., inferior al de R.E.N.F.E. e igual al utilizado en las redes de la mayoría de los países europeos. También merece destacar la presencia, hasta 1963, de un plano inclinado entre Florida y San Pedro que permitía a los trenes salvar el importante desnivel existente entre ambos puntos.

Todas las líneas explotadas por esta compañía tuvieron vital importancia para la zona minera del Nalón, ya que eran la vía natural de salida de sus carbones hasta la dársena local gijonesa primero, y hacia el Musel después.

Si bien en los años cincuenta de nuestro siglo se acometieron ambiciosos planes de reforma y modernización, su situación económica fue empeorando paulatinamente hasta que el 12 de junio de 1972 pasó a manos del Estado, quién continuó su explotación a través del organismo F.E.V.E. (Ferrocarriles Vía Estrecha), que, a su vez, en 1984 transformó su ancho de vía a 1 metro, a fin de unificarlo con el resto de su red y, en 1993 procedió a su electrificación.